viernes, 29 de mayo de 2015

Iași (II). Señorío e historia a cada paso.





Iași, grabado del siglo XVIII



“Hay rumanos que jamás estuvieron en Iași, aunque no debería haber nadie; ya que a ellos les será vetado conocer las páginas de las más bellas crónicas, no podrán imbuirse apropiadamente del espíritu de nuestro pasado, que más rica y vivamente pervive en este lugar que en ningún otro […] Menuda merma para su conciencia nacional, el no haber visto la ciudad que fue, y hasta hoy se precia en llamarse a si mismo, Capital de Moldavia”
Nicolae Iorga (1871 – 1940)

historiador, catedrático, crítico literario,

dramaturgo, poeta y político rumano.



“Iași diríase un anciano pensativo, harapiento, al que dirígesele la palabra en contadas ocasiones y solo por necesidad, e ignorado en días de bonanza”

Nicolae Hortolomei (1885 – 1961),

Médico, Miembro numerario de la Academia de Rumania y de la Academia Francesa de Cirugía
Diseño heráldico del escudo de la
ciudad de
Iași

Hacia la universalidad por la peculiaridad, así podríamos caracterizar brevemente a la históricamente romántica y cultural capital  de Iași, urbe de los grandes amores poéticos, de fragancias primaverales y cuna de grandes vinos, designada por un vocablo que procede del nombre de una tribu sarmática – los yazigues -  asentada en aquella zona, mencionados ya en la Antigüedad nada menos que por el poeta Ovidio.

A vista de pájaro muestra la forma de un anfiteatro natural formado por siete colinas que le han propiciado el sobrenombre de “pequeña Roma”, Iași es la segunda capital por numero de estudiantes y la primera por la antigüedad de su universidad. Ciudad pionera en Rumania al tener el primer Conservatorio Filarmonico-Dramatico (1836) y la primera Universidad moderna (1860), Iași tiene hoy tres teatros, una filarmónica y una opera, que ofrecen durante todo el año obras de referencia en el repertorio de género.
Palacio de Cultura
Palatul Culturii

La oferta cultural es asombrosa; una veintena de museos y casas-museo esparcidos por toda la ciudad de las siete colinas - parte de ellos albergados por el emblemático Palacio de Cultura, un edificio neogótico que debió tener tantas salas como días del año (365) pero finalmente se quedó algo corto, en… 298, además de 277 bibliotecas (sic) de las cuales una alemana y otra americana, tres centros culturales (francés, alemán, británico más uno de América Látina y Caribe). Por algo será que entre otros nombres ilustres de Rumania, Iași vio nacer al único Nobel (de fisiología y medicina) rumano hasta la fecha, George Emil Palade.

Iași fue capital del principado medieval de Moldavia (1564 – 1859). Mirando un mapa, más de uno se extrañará al ver una capital que tiene a un tiro de piedra de la frontera de estado. Hay que mirar un mapa anterior al año 1812 cuando se produjo el primer rapto ruso de la mitad este de Moldavia – que hoy comparten la república de Moldavia y Ucrania.
Mapa del Principado de Moldavia en tiempos de
Esteban el Grande (Ștefan cel Mare)

Entre 1959 y 1862 ostentó la bi-capitalidad de los Principados Unidos (junto con Bucarest), para ser capital del Reino de Rumania de 1916 a 1918, durante la Primera Guerra Mundial.

Considerada la segunda ciudad como importancia cultural y universitaria, atesora un valiosísimo patrimonio histórico, cultural y emocional para los rumanos. Buen número de instituciones académicas y/o culturales ostentan la primicia cronológica a nivel nacional.
La primera universidad moderna de Rumania, la que lleva el nombre de su fundador, el príncipe Alexandru Ioan Cuza, se encuentra en Iași. Casi un cuarto de la población de la ciudad lo representan los más de 80.000 estudiantes  – ahí es nada.
Universidad "Al. I. Cuza" (1860)


Iași es sinónimo de cultura.
Es la ciudad de los grandes ideales, de la primera gran unión, del primer espectáculo teatral en lengua rumana, del primer museo literario memorial y del primer Museo de Historia Natural de Rumania…
En las guías turísticas se recomienda reservar una semana para impregnarse de su cultura, de sus parques, de sus alrededores, de su sentimiento de tihnă – un sosiego a la rumana; no confundir con el aburrimiento – sería injusto. Como injusto sería tratar de agotar la descripción de esta gran ciudad en una solo entrada, con lo que esto es solo una selección arbitraria, sin pretender establecer jerarquías.

El Teatro Nacional
“Vasile Alecsandri” de Iași

El Teatro Nacional alberga tanto a la compañía nacional de teatro dramático, como a la de la opera lírica nacional, y lleva el nombre del escritor y poeta revolucionario “Vasile Alecsandri” (1821-1890), y recientemente ha sido seleccionado por la BBC en una lista de los siete teatros “para quitar el aliento” junto con el Teatro Globo de Londres, el Palacio Garnier de París y La Fenice entre otros.
La Sala Grande del Teatro con el telón al fondo
Es obra de los arquitectos vieneses Fellner y Helmer, quienes han proyectado otros edificios similares en Viena, Praga, Odessa y Zurich. El telón del escenario muestra una alegoría de la Vida y sus edades, y otra de la Unión de los principados rumanos. El techo representa paradisíacas alegorías con ninfas y angelotes, enmarcado en un estuco rococó. El magnífico candelabro veneciano, de época, cuenta con nada menos que 109 luces.
El techo con el gran candelabro

Una veintena de museos están esparcidos por toda la ciudad de las siete colinas - parte de ellos albergados por el emblemático Palacio de la Cultura, un edificio neogótico que debió tener tantas salas como días del año – 365 – pero se quedó algo corto, en… 298.
Alguno de los monumentos emblemáticos de la ciudad son:
Al fondo, Palatul Culturii. En primer plano, la principesca iglesia de San Nicolás (1492)
y la casa del erudito Dosoftei (siglo XVII)

Palatul Culturii (El Palacio de Cultura)
Edificio neogótico de principios del XX, con sus impresionantes dimensiones, ocupa el solar del antiguo palacio real.
Cerámica de Cucuteni
Alberga el Museo de Bellas Artes, con obras universales de pintores que van desde Cranach hasta Salvator Rosa, pasando por Murillo y Caravaggio, y una buena representación de la escuela rumana – Grigorescu, Luchian, Tonitza, Petrascu, etc., el Museo de Historia de Moldavia que destaca por sus piezas arqueológicas de cerámica de Cucuteni, el Museo Etnográfico de Moldavia que cuenta con piezas de la región, así como útiles de trabajo, y el Museo Politécnico donde se exhiben colecciones sobre la energía en sus distintas facetas, e interesantes instrumentos de producción de sonido.
Estatua ecuestre de
Esteban el Grande (Ștefan cel Mare)
Delante del Palacio, hallamos la estatua ecuestre del príncipe Esteban el Grande (Ștefan cel Mare), obra del famoso escultor Emmanuel Fremiet (miembro de la Academia Francesa de Bellas Artes, autor de varias esculturas célebres, como la de Juana de Arco); en el pedestal del monumento, los altorrelieves representan escenas de sus batallas contra turcos y polacos.


El monasterio “de los Tres Santos Jerarcas” (1639) con su encaje tallado en piedra que cubre todo su exterior, único en Rumania, muestra una afortunada síntesis cultural entre varios estilos.

Necrópolis principesca, aquí estan enterrados los príncipes Dimitrie Cantemir (1673-1723) Alexandru Ioan Cuza, el Unificador (1820-1873).




El Palacio neoclásico Roset-Roznovanu es hoy el Ayuntamiento de la ciudad. 






Suntuoso edificio construido en el último tercio del siglo XVIII, impresiona por sus fastuosos interiores.





 

El palacio Balș-Sturza (siglo XVII) con sus hermosas vidrieras y su techo artísticamente pintado, ha sido sede del Banco de Moldavia, del Ayuntamiento, de la emblemática sociedad cultural “Juventud” (“Junimea”), es desde la posguerra Casa de Correos




El histórico monasterio de Golia (1660) es totalmente distinto de las demás iglesias ortodoxas moldavas tanto en construcción como en arquitectura. Mezcla de barroco y bizantino, fue edificado en un momento tardío del Renacimiento Rumano.













La antigua estación de ferrocarríl es un imponente palacio de estilo veneciano, construido en 1870.

















El impresionante palacio de la Universidad es obra del arquitecto francés Louis Blanc, inspirado en el eclecticismo europeo de la época. La edificación comenzó en 1892, quedando inaugurado en octubre de 1897.

El Grand Hotel Traian (1882), es de estilo neoclásico francés, edificado según los planos de Gustave Eiffel sobre una estructura metálica (toda una novedad para la época) con columnas de fundición y plataformas metálicas. Inicialmente destinado a ser un teatro, el promotor se endeudó tanto que tuvo que ceder el edificio a sus acreedores, que le cambiaron la destinación por aquella de hotel.

Quedan en el tintero, para una próxima entrada, otros muchos edificios singulares de esta bellísima aunque injustamente poco conocida ciudad rumana.
Iași de noche...


... y de día - mediados del siglo pasado

El palacio de la Aduana Vieja

La Biblioteca Central Universitaria "Mihai Eminescu", en la subida a la colina del Copou

Están citados.

martes, 26 de mayo de 2015

Gastronomía de Rumania; la gran desconocida (2). Un menú rumano, compuesto de un primero, un segundo y un postre.




Motto:

“Cuando pienso en vuestra extraordinaria variedad de “chorbas”, me doy cuenta, por un lado que en el mundo aún no se conoce casi nada de los rumanos, y por el otro, que vosotros mismos estáis lejos de conocer vuestras propias maravillas nacionales. Vuestra gastronomía es muy, pero que muy rica, a pesar de vuestra supuesta pobreza.”

Jacques-Yves Cousteau


Hoy os propongo un menú acorde a la época primaveral – algo más ligerito.

Para entrar en atmósfera rumana, tanto para el primer como para el segundo platos, sustituid el pan por mămăligă, parecida a la polenta.

Mămăligă, pariente lejano de la polenta

Ingredientes para la mămăligă

Una parte de sémola de maíz por cada dos partes de agua. Mida las cantidades con un vaso, el que más a mano tenga.
La materia prima - sémola de maíz

¡Ojo, no vale la variedad sudamericana, de maiz blanco, tiene que ser del amarillo – italiano, en el peor de los casos! Pero seguramente encontrará alguna tienda rumana o similar, donde puedan comprar la sémola adecuada.
Media cucharadita de sal.

Preparación
Caldero de fundición

Se precisa un caldero de fundición, que le da un sabor más uniforme. A falta de ello, una cacerola hará las veces hasta que compréis el típico caldero de fundición – lo usareis en más recetas, entre las cuales las tan traídas y llevadas sarmale.

En el recipiente que tengamos, ponemos el agua con la sal, y espolvoreamos una cucharada de sémola; llevamos a ebullición.
Añadimos la sémola mientras removemos constantemente con unas varillas de batir, o en su defecto, una cuchara/espátula de palo, para evitar la formación de grumos.
Una vez homogeneizada la mezcla, dejamos cocer unos 3-4 minutos.
A partir de este momento, las varillas ya no nos sirven, por la consistencia ya adquirida por nuestra mămăligă.
Făcăléț o Melestéu
A partir de ahora, para removerla, entra en escena un utensilio típicamente rumano: el melesteu o făcăleț. Bueno, si aún no han visitado Rumania, para comprar uno, se permite el uso de una cuchara o paleta – pero ha de ser necesariamente de palo.
Tradicionalmente se recomienda dar 200 melesteuazos, o făcălețazos – bueno, conformémonos con mezclar en redondo unas 200 veces con lo que tengamos. Pero no todo a la vez, sino que hay que repartirlos en unas 4 tandas, y mientras dejar la mămăligă seguir en el fuego – y de paso, dejar descansar el brazo del cocinero.
Etapas en la cocción

Esto les ocupará unos 10 minutos, tras los cuales remueven una 201ª vez, cambiando el utensilio de madera por una cuchara, con la que igualamos el nivel de la mămăligă apretando – lo que nos permita.
Hay quien echa un poco de mantequilla por encima, pero no es menester.


Mămăligă volcada sobre
tabla de madera
Tras otro ratito, no superior a unos 4-5 minutos, en el fuego, volcamos con un gesto enérgico la mămăligă en una tabla de madera, o un plato llano, con cuidado de no quemarnos.

La operación se ha de hacer volcando el recipiente y no tapándolo con la tabla y luego darle la vuelta – no teman, esta maniobra no es difícil; lo otro sí, por la poca consistencia de la mămăligă.

Por favor hagan caso, no me responsabilizo por otras iniciativas.

Llévenla a la mesa, y sírvanla como sustituto del pan.

Los puristas la cortan con un hilo de coser tranzado, pero tampoco desluce una cuchara que permita a cada comensal servirse.

Cortando la mămăligă con un hilo


Primer plato.
Ciorbă de armuelle (en rumano, lobodă)

Ciorbă de lobodă
El armuelle, Atriplex hortensis, es una planta herbácea de la familia de las amarantáceas y muy cercana a las espinacas y acelgas. Aunque originaria de Asia su cultivo en Europa data de la Antigüedad. Los antiguos griegos ya la conocían como planta hortícola y medicinal. Ha sido de cultivo muy común aunque durante mucho tiempo quedó un tanto olvidada. Parece que está viviendo ahora un nuevo renacimiento culinario, debido a su alto contenido en hierro y vitaminas. Se le puede encontrar tanto con hojas verdes como rojas; para ciorbă es más vistoso el color rojo, pero el sabor es idéntico.

Ingredientes
Armuelle
3-4 manojitos de armuelle
2 manojos pequeños de cebolla verde, o dos cebollas grandes
2 zanahorias
1 chirivia
4 cucharadas de aceite
unos cuantos granos de pimienta negra; sal
1 manojito de hojas de apio-de-monte o levístico (Levisticum officinale)
Apio-de-monte
o levístico


Preparación:
Limpiamos y lavamos bien los manojos de armuelle sin romper las hojas, escurriendo el agua (fría) unas 2-3 veces.
Picamos la cebolla y la rehogamos con el aceite, en una cacerola grande, a fuego bajo.
En cuanto la cebolla se vuelva trasparente, añadimos la zanahoria y la chirivia ralladas, en juliana o cortadas en rodajas, al gusto.
Dejamos un par de minutos y añadimos unos dos litros de agua; llevamos a ebullición.

Se añade las hojas de armuelle que hemos picado no muy finamente y se deja hervir unos 25 minutos.
Al final, picamos el levístico y lo echamos a la ciorbă, para darle su sabor característico, salpimentamos al gusto y si gustan rematamos con dos dientes de ajo picados (opcionalmente).
Antes de llevar a la mesa, añadimos una tacita de nata-crema.
Servimos con guindillas, aparte.



El resultado final

Sugerencia de presentación



Segundo plato
Ciulamá de setas con mujdei de avellanas.

Con setas o con carne, la ciulamá (llámenla chulamá, le entenderán antes) tiene versiones para todos los gustos. La de paloma tiene mucha fama – y muy buena.

Ciulamá con mămăligă
Para la ciulamá necesitamos:
500 g de setas (champiñones, pleurotus, o las que pille a mano)
50 g mantequilla
25 g harina de trigo
100 ml de nata-crema
1 cebolla (50 g)
Hojas de eneldo y perejil, picadas finamente
Sal y pimienta.

Cortamos las setas bien limpias y lavadas en trozos medianos y hervimos junto con la cebolla cortada en cuartos, durante 30 minutos, en una cacerola con 250 ml agua, a fuego bajo, hasta que las setas se ablanden.
Sacamos la cebolla.
Mezclamos la harina con una cucharada de agua fría y la añadimos a las setas, dejando hervir hasta que la salsa ligue; apartamos de la lumbre.
Mezclamos la nata, ligeramente batida con una cucharada de agua, con la salsa caliente, y rectificamos de sal.
Colocamos la mantequilla en trocitos pequeños por encima, y espolvoreamos con el eneldo y el perejil.


Para el mujdei de avellanas

Ya deciamos con anterioridad que el vocablo mujdei procede del francés mousse d’ail, mientras como plato parece tener parientes libaneses.
Mujdei
Hay tantas recetas de mujdei como cocineros, más consistentes o más líquidos, con más o menos ingredientes, más o menos picantes… y les dejo seguir solos, no precisan de mi ayuda.

Ingredientes:
1 taza de avellanas mondadas
1 cabeza de ajos
Sal
Es fácil: se machacan – por separado - las avellanas (pasadas por un robot de cocina salen más finas) y el ajo – en un mortero sale delicioso – hasta reducirlo a una consistencia algo líquida.
Mujdei con avellanas

Se mezclan, se sala al gusto y se le añade un poquito de agua si les gusta la consistencia más líquida.
Prever bastante mămăligă, se sorprenderán.

Postre
Bocaditos rellenos de rahat-lokum (“delicia turca”)

Ingredientes
250 g mantequilla
30 g azúcar
1 sobre vainilla azucarada
250 ml nata-crema (se puede sustituir la mitad por yogur griego)
1 huevo
5 g de levadura en polvo, que mezclamos con
500 g harina de trigo para repostería
1 cucharadita de sal (potenciador del sabor)
1 cucharada de piel de cítrico rallada
300 g rahat-lokum cortado en barritas de unos 5 mm de grosor, o mermelada espesa
Bocaditos con rahat, listos para hornear

Una vez hecha la masa, se deja al menos una hora en frío.
Extendemos una hoja fina, cortamos en triangulitos, colocamos el relleno, enrollamos y ponemos en la bandeja de hornear a la que hemos colocado una hoja de papel de hornear.
Horneamos a 175-180ºC con calor tradicional, vigilando para que no se quemen – unos 15-20 minutos.
Sacamos y espolvoreamos con azúcar en polvo.
El resultado final

lunes, 25 de mayo de 2015

El Santuario de Bisontes “Dragoș Vodă” de Vânători, condado de Neamț








En la vertiente oriental de las montañas Stânișoarei en el condado de Neamț, el Parque Natural de Vanatori (cazadores en rumano), casi en el linde con el condado de Suceava, se encuentra la Reserva Carpatina Faunistica Natural de Bisontes “Dragoș Vodă”, que tiene como finalidad la repoblación de los bosques de la zona con bisontes europeos.

El bisonte es el símbolo heráldico de Moldavia – vean
Además de los bisontes, aquí en libertad osos pardos (en peligro de extinción) ciervos, gamos, corzos, jabalíes, lince, zorro, conejo, lobo, nutrias y aves como el urogallo o el pavo real.
Aunque el Parque tiene como año de fundación el 1968, los primeros ejemplares de bisontes fueron traídos en 1970. Cuatro años más tarde, el macho Rarău y las hembras Roxana y Raluca tuvieron descendencia, Rosina y Rocco. Todos ellos tuvieron pequeños papeles en algunas películas históricas rodadas en el año 1975; el mismo año, los cinco ejemplares logran romper la valla y llegar a dos pueblos cercanos, donde pudieron degustar delicatessen como corteza de carpe, haya, fresno y abeto, inexistentes dentro del Parque.

Hoy en día, el censo de bisontes que viven dentro del Parque ronda la treintena, con unos 21 ejemplares en libertad.
El mayor atractivo lo constituye la sensación de suma libertad que se experimenta al pasear por los caminos del Parque. Frondosos bosques que abarcan toda la vista se alternan con praderas y suaves colinas verdes.

Es bueno saber que sólo a un tiro de piedra se encuentran otros atractivos, como la Ciudadela Fortificada de Neamț, o la casa memorial de Ion Creangă (importante escritor rumano del XIX) en Humulesti; desde los monasterios de Agapia, Neamț, Secu, Sihăstria, Văratec, donde se guardan famosos manuscritos miniados y bordados suntuosos, amen de frescos e iconos históricos, hasta el “Museo Etno-Folclórico Nicolae Popa” sito en el pueblo de Târpești, con sus 3000 artefactos y objetos de arte popular, máscaras populares incluídas.
 
Les voy a citar para una próxima entrada para más datos sobre esta parte injustamente desconocida de Rumania.

Nicolae Popa (1919-2010) y una de sus creaciones

Ion Albu es un reconocido artista popular, que reside en el pueblo de Timisesti