Se
trata de una flor que crece en pequeños grupos en las praderas alpinas y
roquedos de altura de las cordilleras europeas, con un color blanco y
tonalidades verdosa o amarillenta, con brácteas gruesas, carnosas y cubiertas
de una fina pelusa. Si en España apenas alcanza 10 cm de altura, en Rumania
suele medir entre 5 y 30 cm;
aunque hay países donde puede llegar a los 50-80 cm.
La época
de floración en Rumania está comprendida en julio y agosto, en las cumbres
rocosas.
Al
igual que en España, es la flor emblemática de las alturas y por ello ha sido
largamente esquilmada, habiendo desaparecido de muchas zonas y siendo mucho
menos frecuente. En Rumania crece en pequeños grupos en las praderas alpinas y
roquedos de altura de los Montes de Maramureș, Montes de Rodna, Montes Rarău,
Ceahlău, Ciucaș, Bucegi, Făgăraș, Cozia y Retezat y en las cumbres (obcini)
de Bucovina.
Tiene
un significado especial en la tradición rumana, como símbolo de amor. Dícese
que, para demostrar su amor y coraje, los mozos recorrían las áreas rocosas de
las montañas para recolectar estas flores y regalarlas a sus novias.
En
el lenguaje de las flores, significan pureza y castidad.
Ha
sido declarada “Monumento Natural” en los años 1930, siendo una especie
protegida.
Su
recolección está prohibida.
Con
motivo de mi anterior visita, atravesando el Puerto de Oituz entre los
municipios de Onești y Târgu Secuiesc,
he podido ver con asombro y vergüenza como un grupito de gitanillos iba ofreciendo
manojitos de Edelweiss, en un aparcamiento al borde de la carretera... Luego dicen que están discriminados.
La
vida en Rumania… con flores
En
Rumania, lo cortés manda que todo regalo ha de ir acompañado por flores.
Se
regalan flores con multitud de motivos. Sea una visita a casa o al hospital, una invitación cualquiera, las flores suelen
ser imprescindibles. También es cierto que los precios de las flores en los
puestos callejeros, o pequeños kioscos de floristas, son muy inferiores a los
de España.
Además,
los alumnos suelen regalar flores a su maestra por la vuelta al cole, por el 8
de marzo (día internacional de la mujer, a la que los castizos le añaden el
franquista “trabajadora”).
Asimismo,
es obligatorio ofrecer flores a la novia con motivo de la boda – civil o
religiosa.
También
en los velatorios se suelen llevar flores, que se depositan sobre el féretro.
¡Ojo!
A
diferencia de España y otros no pocos países, en Rumania, al regalar flores hay
que tener cuidado de que estas sean siempre en numero impar. Argumentan
cortésmente que la que las recibe completa el ramo...
No
se confundan, las flores en número par están reservadas para los
fallecimientos. Incluso los centros o coronas fúnebres deben obedecer esta
norma.
Tradición
victoriana
Herencia
importada de la época victoriana, las distintas flores tenían otros tantos
significados, que siguen vigentes incluso hoy.
Por
ejemplo, el jazmín (iasomie, también llamado iasomie spaniolă –
sí, jazmín español) significa elegancia, la orquídea – amor, la rosa roja –
pasión, los tulipanes – declaración de amor.
Dicen de
las calas que traen mala suerte; nunca regale calas a una novia.
Las
flores rojas significan amor y pasión, las amarillas – celos, y las blancas –
pureza.
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