miércoles, 3 de junio de 2015

Edelweiss – frágil monumento botánico de Rumania




Se trata de una flor que crece en pequeños grupos en las praderas alpinas y roquedos de altura de las cordilleras europeas, con un color blanco y tonalidades verdosa o amarillenta, con brácteas gruesas, carnosas y cubiertas de una fina pelusa. Si en España apenas alcanza 10 cm de altura, en Rumania suele medir entre 5 y 30 cm; aunque hay países donde puede llegar a los 50-80 cm.
La época de floración en Rumania está comprendida en julio y agosto, en las cumbres rocosas.

Al igual que en España, es la flor emblemática de las alturas y por ello ha sido largamente esquilmada, habiendo desaparecido de muchas zonas y siendo mucho menos frecuente. En Rumania crece en pequeños grupos en las praderas alpinas y roquedos de altura de los Montes de Maramureș, Montes de Rodna, Montes Rarău, Ceahlău, Ciucaș, Bucegi, Făgăraș, Cozia y Retezat y en las cumbres (obcini) de Bucovina.

Tiene un significado especial en la tradición rumana, como símbolo de amor. Dícese que, para demostrar su amor y coraje, los mozos recorrían las áreas rocosas de las montañas para recolectar estas flores y regalarlas a sus novias.
En el lenguaje de las flores, significan pureza y castidad.

Ha sido declarada “Monumento Natural” en los años 1930, siendo una especie protegida.
Su recolección está prohibida.

Con motivo de mi anterior visita, atravesando el Puerto de Oituz entre los municipios de  Onești y Târgu Secuiesc, he podido ver con asombro y vergüenza como un grupito de gitanillos iba ofreciendo manojitos de Edelweiss, en un aparcamiento al borde de la carretera... Luego dicen que están discriminados.

La vida en Rumania… con flores
En Rumania, lo cortés manda que todo regalo ha de ir acompañado por flores.
Se regalan flores con multitud de motivos. Sea una visita a casa o al hospital,  una invitación cualquiera, las flores suelen ser imprescindibles. También es cierto que los precios de las flores en los puestos callejeros, o pequeños kioscos de floristas, son muy inferiores a los de España.
Además, los alumnos suelen regalar flores a su maestra por la vuelta al cole, por el 8 de marzo (día internacional de la mujer, a la que los castizos le añaden el franquista “trabajadora”).

Asimismo, es obligatorio ofrecer flores a la novia con motivo de la boda – civil o religiosa.
También en los velatorios se suelen llevar flores, que se depositan sobre el féretro.

¡Ojo!
A diferencia de España y otros no pocos países, en Rumania, al regalar flores hay que tener cuidado de que estas sean siempre en numero impar. Argumentan cortésmente que la que las recibe completa el ramo...
No se confundan, las flores en número par están reservadas para los fallecimientos. Incluso los centros o coronas fúnebres deben obedecer esta norma.

Tradición victoriana
Herencia importada de la época victoriana, las distintas flores tenían otros tantos significados, que siguen vigentes incluso hoy.
Por ejemplo, el jazmín (iasomie, también llamado iasomie spaniolă – sí, jazmín español) significa elegancia, la orquídea – amor, la rosa roja – pasión, los tulipanes – declaración de amor.
Dicen de las calas que traen mala suerte; nunca regale calas a una novia.
Las flores rojas significan amor y pasión, las amarillas – celos, y las blancas – pureza.


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