Es un
museo memorial ubicado en la casa donde nació y pasó su infancia el escritor
rumano Ion Creangă (1837-1889), en el pueblo de Humulești, hoy convertido en
suburbio de la ciudad de Târgu Neamț condado de Neamț. Ion Creangă es el gran
maestro del cuento rumano, sus obras siendo famosas por la cadencia acompasada
y el lenguaje arcaico, salpicado de sabrosos regionalismos moldavos, sobretodo
su obra maestra, “Recuerdos de infancia”, cumbre de la narrativa rumana.
Para los rumanos Ion Creangă y su obra son sinónimos de la infancia, quedan cada vez menos afortunados que tengan recuerdos semejantes - por lo menos de las casas de los abuelos - y son cada vez más quienes no hayan visto nada parecido, más que en los libros y en museos como este.
Quizás los visitantes extranjeros puedan encontrar analogías con sus respectivas culturas y puedan pasar unos momentos que sirvan de recordatorio de tiempos pasados.
La casa sigue
el modelo campesino, con dos habitaciones de tamaño más bien pequeño y una
entradita. La parte más interesante la constituye su exposición permanente, que
contiene documentos de archivo, cartas, postales con autógrafos, copias de
manuscritos, fotos y obras de gráfica.
El largo tejado de ripia cubre las paredes de gruesas
vigas de madera, por encima de las cuales se ha pegado una capa de arcilla (humă,
arcilla en rumano arcaico – de allí el nombre del pueblo, Humulești). La
entrada bajita está resguardada de la intemperie por una estrecha galería a
modo de porche, mientras en la parte trasera de la casa, una aguda pendiente
del tejado abriga varios utensilios caseros y aperos, de indudable valor
etnográfico.
El primer cuarto, el más grande, donde vivía la
familia, se halla la artesa en pos de cesta para el bebé, la ropa para los días
festivos y el baúl con la dote de la madre del escritor, Smaranda (equivalente
al español Esmeralda).
A la derecha de la entrada vemos la laviță,
suerte de banco estrecho, pegado a la pared, donde en invierno se hacían las șezători,
reuniones durante las cuales las mujeres casaderas hilaban lana – con husos y
ruecas – en un ambiente distendido. Los utensilios de hilar de la madre están
colocados justo en medio, y sobre una pequeña mesita está expuesto el “libro de
horas” que hizo las veces de abecedario para el niño Nică (diminutivo
afectuoso, Ion – Ionică – Nică) y también un busto del escritor. En la
entradita hay unos paneles con datos sobre el escritor, mientras en el
siguiente cuarto – la despensa – se encuentra la subida a la
buhardilla-granero, vinculado con un episodio muy cómico y famoso en Rumania,
donde Nică ocultó a la abubilla que vivía en el viejo tilo.
En la ciudad de Iasi, donde Ion Creangă vivió, su Bojdeucă
(casucha - en rumano regional) es uno de los sitios de obligada visita.
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